La condensación de un espacio desplazado
Acerca de El peso de la ingravidez
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En una Instalación el espacio funciona como soporte de otra espacialidad en la que los objetos producen sentido en relación con su disposición y con su materialidad. A diferencia de la contemplación estática de una obra, el artista crea un espacio para que el espectador recorra, mire, escuche. Experimente.
En apariencia, el lugar de El peso de la ingravidez es simple: un espacio blanco con objetos blancos conocidos. Sin embargo, esas líneas de visibilidad despliegan una compleja red de incertidumbres debido a que los objetos cotidianos han sido descontextualizados y, mediante operaciones de condensación y desplazamiento, re-colocados en una dimensión espacial y, por lo tanto, temporal, otra. Así, el espaciamiento, devenir espacio del tiempo o devenir tiempo del espacio, presenta un diseño en el que cada elemento guarda en sí la marca o el rastro de las coordenadas de la cotidianeidad pero, la disposición trastornada de los objetos produce distintas figuraciones de las categorías del espacio y de la temporalidad.
El espectador puede experimentar la puesta de diversas maneras, incluso considerar entre ellas las posibles intensiones del artista. Pero lo cierto es que los recorridos por El peso de la ingravidez son múltiples como infinitas sus lecturas y miradas ya que el extrañamiento que provoca la perturbación del espaciamiento exige modos diferentes de espacializar, de temporizar, de mirar y de leer.
El encuentro entre los dispositivos de condensación y la recurrencia de “lo íntimo” operan en el espacio. El color que contiene a todos los colores: el blanco, una llave encerrada en una cajita, la voz de un poema y también, una cama, un juguete, algo que late dentro de otra cajita y decenas de piecitas de relojería y pequeñas maquinarias, abren múltiples interpretaciones (acaso el título El peso de la ingravidez sea una de ellas) e interrogantes como ¿dónde es arriba, dónde abajo? ¿en qué dimensión estamos?.
A partir de un juego de palabras opuestas, peso/ingravidez, la puesta de Ezequiel Montero Swinnen propone un recorrido por la indecibilidad y lo inestable. La dificultad reside en la imposibilidad de negarse a ello.
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Silvana López Marin
Crítica e investigadora
para Ramona
Buenos Aires, Argentina. Mayo 2011.